A saber, el acero era un pedazo de lo que otrora habrá sido un machete, todo lo corté con la dremel a bajas revoluciones para no destemplar lo que sería la hoja.
El mango, literalmente a falta de forja lo hice en la hornalla de la cocina mientras calentaba sendos litros de agua para beber mate, ponía un poco al rojo y giraba, y así de a poco. No tiene grandes misterios el trabajo este al ser desbaste.
La vaina es vaqueta de 2mm, el repujado fue un "ah have no idea 'bout what ahm doin'", y hecho con el destornillador de mi victorinox.